Desde hoy intentaré volver a mi frecuencia habitual de posteo.

Es que en el medio de mi separación temporal de Internet por problemas de Speedy, realicé además un divorcio definitivo con la gente de Powered Hosting. Divorcio que casi me implica realizar un asesinato a la gente de Nic.ar y otro a los creadores de WordPress. Pero ya está, todo solucionado, WordPress actualizado (gracias a este post), todos los plugins funcionando, y mi blog igual que siempre. Fue un día intenso el de hoy. Ah, y gracias @hallecsyz por la ayuda.

Más allá de problemas como tener un plugin que me rompía el dashboard, haber importado una base de datos distinta a la que tenía que usar, tener que soportar errores 500 por doquier y demás, la intención de este post es comentar sobre el hosting.

Como decía más arriba, rompí relaciones con la gente de Powered Hosting. Siempre estuve conforme con esta empresa, siempre la recomendé, nunca tuve nada de qué quejarme. Era cliente (¡soy! ¡aún me quedan unos días!) desde el año 2004. Bastante, ¿no? Peeeeeero…

Se preguntarán por qué me decidí cambiar. No, no tuve problemas técnicos. No, no tuve problemas con el soporte. No, no tuve problemas con la cantidad ni calidad de los servicios brindados. No, no tuve problemas con el precio. Me cambié de hosting simplemente porque me mandaban tarde los avisos de pago: o bien el mismo día de la fecha de vencimiento, o bien ya vencidos. Me daban muy poco tiempo para realizar el pago (2 días de corrido… ¿y si te toca un fin de semana largo?) o sino me daban de baja la cuenta (como lo hicieron 2 veces), y yo no tengo por qué salir corriendo al banco cada 3 o 6 meses desesperado como lo hacía para realizarle el depósito a una empresita de cuarta que me respondió como 10 veces que iba a arreglar el sistema de las fechas y nunca no arregló.

Un día me cansé y les dije: “si para el próximo trimestre no lo hacen, me doy de baja”. Dicho y hecho. Y ahora estoy feliz, en NUThost, que por los comentarios que encontré en Internet me pareció una empresa muy interesante y decente. Además los servicios parecen ser mejores, y de yapa, es más barato. Ojalá que así sea.